miércoles, 27 de mayo de 2009

DE LA MANO DE MARÍA ES MAS FÁCIL LLEGAR A JESÚS

Habiendo ya concluido la fiesta de María Auxiliadora, creo que todos tenemos que hacernos la pregunta... y ahora que? nuevamente esperar otro año para acudir llenos de emoción a los pies de la Virgen para decirle cuanto la amamos?

Seguramente que nuestra Madre espera que todas las promesas que le hemos hecho se hagan realidad, y es que lo importante de la devoción a María Auxiliadora es que se trata de una devoción que se debe llevar a la vida, primero debe motivar en nosotros en mi y en ti un encuentro personal con Jesús, un encuentro lleno de confianza, que nos ayude a acercarnos porque lo necesitamos a la fuente de la misericordia que es su corazón, a través del sacramento de la reconciliación, muchos de nuestros sufrimientos y angustias están en la cantidad de los problemas de conciencia que no hemos resuelto en muchos años, por no haber sabido responder a la invitación del mismo Jesús que nos dice,"vengan a mi si están agobiados y cansados yo los aliviare..." si no lo hacemos, tampoco estamos haciendo caso a nuestra madre que constantemente nos invita: "hagan lo que El les diga...".

Luego de este primer paso esta el segundo que consiste en desarrollar una verdadera amistad con el Señor, no solo un encuentro que nos procure un alivio pasajero sino una real, concreta y genuina amistad de encuentros frecuentes como lo hacen los verdaderos amigos... la comunión frecuente, la confesión periódica, la oración si se puede diaria... sabemos que no es fácil, pero con constancia y buena voluntad se consigue... el resultado?, descubrir que realmente el Señor me estaba esperando, que caminaba a mi lado que no lo veía, pero ahora si, lo veo y lo siento, dialogo con El y mi vida va encontrando un verdadero sentido... poco a poco.

Y de aquí se deriva el tercer momento, la alegría de conocerlo y ver su presencia en mi vida me deja inquieto cambia mi vida y me transforma, no lo puedo ocultar me lleva a la acción, porque lo he visto y oído, se transforman mis relaciones, mi trabajo, mi forma de ser de actuar, de pensar, empiezo a juzgar y a ver las cosas como El. Me hago solidario con los que necesitan que el Señor se les acerque, y me convierto en un verdadero signo del auxilio de Dios y un verdadero devoto de María.

Le demuestro a ella que la amo acercándome más a Jesús que me la ha dado por madre.

Un abrazo.

P. Luis Alberto Moisés Pastor Quiroz sdb.