lunes, 26 de octubre de 2009

DON BOSCO ENTRE NOSOTROS


Como un hermoso preámbulo de lo que será y significará para nosotros la visita de las reliquias de Don Bosco nos ha visitado en estos días el mismo Don Bosco en persona, se trata de nuestro Rector Mayor: Don Pascual Chávez Villanueva 9º sucesor de San Juan Bosco.




Para quienes estamos en contacto permanente con la obra salesiana sabemos de qué se trata, es la visita del padre que tanto nos ama y anima para llevar en nuestros corazones ese Cristo Buen Pastor y Buen Samaritano que Don Bosco acercó a los jóvenes, su voz se ha hecho escuchar nuevamente. Lo que somos, lo somos para llevar los jovenes a Cristo y Cristo a los jóvenes


En el encuentro del 24 de octubre nos dijo Don Pascual Chavez: "Hoy el Perú es el centro del Mundo salesiano, porque donde está Don Bosco ahí está el corazón de la Congregación, y hoy Don Bosco está con ustedes".


Fue durante el encuentro con la Familia Salesiana y los jóvenes del MJS. En un clima de alegría salesiana que todos compartimos se realizó este encuentro en el coliseo del Colegio Salesiano San Francisco de Sales de Lima. El Rimac llevó una delegación que ocupó la mitad de una tribuna a espaldas del Rector Mayor, fueron tres omnibus los que el P. José Valdivia puso a disposición de la obra, CETPRO, Oratorio y Casa Don Bosco


En el mismo nos dejó una tarea particular a toda la Familia Salesiana: “Defiendan la vida en todas sus instancias; cuiden la familia y formen a las parejas a ser mejores familias, robustezcan la educación en las escuelas y la presencia en los espacios culturales; evangelicen testimoniando convencidamente la presencia de Jesucristo Resucitado en todos los espacios públicos de la sociedad peruana”.


Ahora nos toca empezar a trabajar, defender la vida ser verdaderos discípulos de Cristo y sus apóstoles como misioneros enviados a anunciar que la salvación la encontramos en él.


Que la visita de las reliquias de Don bosco nos encuentren trabajando y cuidando la viña que nos encomendó.
con afecto
P.Luis Alberto Moisés Pastor Quiroz sdb

CONOCIENDO A DON BOSCO


Para conocer verdaderamente a una persona, es necesario y esto lo sabemos por experiencia internarse lo más profundamente posible en su corazón. Para conocer a Don Bosco igualmente es necesario hacerlo y así descubrir su calidad humana sus valores e ideas y su fibra de santo, con las que Dios formó este corazón de padre que tanto amamos porque es reflejo del corazón de Dios.


Dice una antifona de la misa de Don Bosco "Dios le dió un corazón tan grande como las arenas del mar..." y nuestras constituciones afirman que Dios formó en él un corazón de padre.


Un corazón que reconoce una terrible desgracia que a sus pocos años de edad no podía comprender: "en aquella edad, no podía ciertamente comprender cuán grande desgracia es la pérdida del padre".


Lo dice cuando recuerda su infancia y la muerte de papá Francisco:

“No tenía yo aún dos años cuando Dios nuestro Señor permitió en su misericordia que nos turbara una grave desgracia. Un día el amado padre, en plena robustez, en la flor de la edad, deseoso de educar cristianamente a sus hijos, de vuelta del trabajo, enteramente sudado, entró descuidadamente en la bodega, subterránea y fría.


El enfriamiento sufrido se manifestó al anochecer con una fiebre alta, precursora de un gran resfriado. Todos los cuidados resultaron inútiles, y en pocos días se puso a las puertas de la muerte.


Confortado con todos los auxilios de la religión, después de recomendar a mi madre confianza en Dios, expiraba, a la edad de 34 años, el 12 de mayo de 1817 (en realidad fue el 11 de mayo y había cumplido 33 años, y 4 meses). No sé que fue de mí en aquellas tristes circunstancias. Sólo recuerdo, y es el primer hecho de la vida de que guardo memoria, que todos salían de la habitación del difunto y que yo quería permanecer en ella a toda costa.

- Ven, Juan, ven conmigo, repetía mi afligida madre.
- Si no viene papá no quiero ir, respondía yo.
- Pobre hijo, añadió mi madre, ven conmigo, ya no tienes padre.

Y dicho esto, rompió a llorar; me tomó de la mano y me llevó a otra parte, mientras lloraba yo viéndola llorar a ella. Y es que, en aquella edad, no podía ciertamente comprender cuán grande desgracia es la pérdida del padre.

Este hecho sumió a la familia en una gran consternación” (MO., introd../2-5, pp. 346-347).


Este es el primer recuerdo y él mismo lo afirma, no reprocha a Dios en su recuerdo más bien recalca su misericordia, en su vida ha comprobado que todo tiene un sentido que hay que saber descubrir, cuando Dios me da la vida no sólo piensa en mí, también piensa en otros, en aquellos que me acompañarán, que dependerán de mí, la experiencia de su orfandad le ayuda a valorar la figura paterna la que él representará para tantos miles de jóvenes en el mundo entero, la figura de un padre que llega hasta nosotros a través de sus hijos. Dirá más adelante "Dios nos ha puesto en el mundo para los demás".


Otro dato importante en este recuerdo es la calidad del padre, es indudable que todas las noticias que Don Bosco tenía acerca de papá Francisco llegaron a él por medio de Mamá Margarita que supo delinear la figura del padre: amoroso "deseoso de educar cristianamente a sus hijos" y hombre de fe "despues de recomendar a mi madre confianza en Dios". De lejos se ve el perfil cristiano sobre el cual se formará el santo. El árbol bueno da frutos buenos.


Este recuerdo no queda en el vacío, es doloroso pero aleccionador, verá en la madre el valor para realizar el proyecto dejado por el padre, la fidelidad de Margarita le dará una lección de vida incomparable. Madre amorosa tierna y exigente, mujer de fe así era la esposa de Francisco.


Y así Dios va escribiendo su historia, la de Juan, la mía y la tuya.


con afecto


P. Luis Alberto Moisés Pastor Quiroz sdb